Una vez por la noche me presentaron a una chica así como muy intensa que estaba todo el rato diciéndome :
- ¡Qué guay eres! ¡Es que me caes genial!¡Eres de puta madre!
Así todo el rato, cosa que me daba bastante grima y tensión.
- ¡En serio! ¡JAJAJAJA Qué tío más genial!
Nos despedimos y no volví a pensar en el tema.
No volví a coincidir con ella hasta un año o más después y de nuevo el mismo rollo :
- ¡Qué guay eres! ¡Es que eres genial! ...
Sólo que esta segunda vez, a altas horas de la mañana, añadió un matiz que me esguinzó el cerebro :
- ¡Es que eres genial...! ¡ Y PENSAR QUE CUANDO TE CONOCÍ ME PARECISTE UN GILIPOLLAS!
3 comentarios:
JAJAJAJAJA! Te superas! Cuánta verdad!
Próximamente: Hombres intensos de la noche, te podemos aportar uno o dos capítulos...
¡Jajajajajajajjaa!
me has alegrado el (puto) día.
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