No es lo mismo

Pues eso, que ya he vuelto. Lo de este viaje ha sido una experiencia de esas que te cambian. Poder contemplar en primera persona el funcionamiento del mitológico sistema educativo sueco y volver ahora a mi escuela me va a producir un severo bajón del que no veo yo mucha salida. Esos niños yendo a clase en bici, descalzándose al entrar para poder pisar un calentito suelo de madera, ese ambiente de total silencio y tranquilidad, poder salir del aula a placer para consultar dudas en internet regulándose ellos mismos sus tareas - hasta tal punto llega eso que en el colegio no hay timbres ni campanas ni sirenas, ellos mismos saben cuando tienen que ir y volver del patio - y esa libertad total para que experimenten con columpios de los de la vieja escuela, clases de gimnasia con cuerdas, lianas, potros y escaladas, clases de música con instrumentos tradicionales y de rock, de manualidades con sierras y taladros eléctricos y máquinas de coser, de cocina con hornos y fogones, de mates con portátiles...sofás en las aulas para que los niños que quieran se cojan un libraco y se relajen...
Ya os enseñaré alguna fotito, ya... Y ahora, perdonadme pero voy a golpearme el cráneo contra un muro.
TUMB. TUMB.TUMB.