No future

En la genial Idiocracy de Mike Judge, el futuro nos ofrece un panorama aterrador. Años y años de degradación cultural hacen que el año 3.000 sea una época poblada por palurdos y anormales. Y yo que mucho me reí viendo esta peli empiezo a ver señales del carácter profético de la misma. Primero me llamó la atención el auge de estas pantallitas de DVD para colgar en el asiento de atrás. LLegué incluso a detectar la existencia de pantallitas con reproductor dual no sea que el niño quiera ver las Tortugas Ninja y la niña la nueva de Barbie. La idea es que el churumbel no se aburra de camino al Carrefour o entre el colegio y la academia de informática. Esa obsesión por que los niños no se aburran alcanzó su cénit con la apertura de una nueva peluquería infantil en el Puerto Centro de Ocio, en Coruña. Al chaval le sientan en un coche de bomberos, le ponen delante de una pantalla y le ofrecen la posibilidad de A)Una peli o B)Una partidida de la plei. Como hace el enorme esfuerzo de dejarse cortar el pelo mientras viola algún peatón en el GTA, el niño al acabar recibe un diploma (¡¡!!) y un premio a elegir en una pantallita. Sin ánimo de sonar como un carcamal, a mí me cortaba el pelo mi madre, y me quemaba con el secador. Y si yo le decía que me quemaba, ella me decía que no y santas pascuas. Preparémonos pues para una generación de Tamaras Presley y Julio Josés, Parises Hilton y Pocholos pero de clase obrera. Y cojamos el fusil y subamos al monte.