Los damnificados prometieron venganza pero nunca me imaginé esto. Cuando E., uno de los autores del blog, pasó el fin de semana de invitado en mi casa, me dejó una nota anunciándome que su venganza consistía en "el amor".
Tuvo acceso al despacho de Emilio Aragón y... ¡le pidió una foto dedicada para regalarme!. Eso sería de aúpa, la leche. Pero el caso es que el gran Nachete se enrolló y le dio para que me regalara...¡UN DISCO DE VINILO DEDICADO!
Y atiende la dedicatoria... " PARA MIGUEL HEMACRÍTICO "
Abrumado ante la intensidad del brillo de este acto de amor me quito el sombrero, pido disculpas por haber ofendido y doy las gracias a esta magnífica persona. Magnífica, magnífica persona a la que sin embargo, le aterroriza este gatito.
¡Vaya cagao!
3 comentarios:
Vaya, Edu, cada uno de nosotros pedía un pequeño frasquito de litro y medio de sangre del Hematocrítico y vas y le rascas detrás de la oreja. Que genio!
Cuentan que en el año 1936 Hitler visitó Varsovia. Entró en una taberna regentada por un judío, pidió una caña y, sorpresa, no le pusieron tapa. Cuando se fue, dejó una propina desproporcionada. El dueño del bar guardó el dinero mientras sonreía. Adolf abandonó el local con una sonrisa en la boca, también.
Tres años después, Hitler reía en su despacho y el judío polaco lloraba en su gueto.
Esto es una parábola. Como las de la Biblia, pero con final feliz...
ten cuidado con paloma que me han dicho que es de goma
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