¡Ay, qué cosas tienen los niños!

Toda la poesía y la emotividad del reencuentro del chaval que Madonna se pilló en el todo a 100 de África con su padre, quedaron en poca cosa cuando el chaval le preguntó a su papi que qué hacía y que si le molaba montar a caballo.
- No puedo - dijo el africano saleroso - los caballos son para los ricos.
- ¿Y por qué eres pobre?
¡Tómalo!. Comprendo la confusión del tierno infante, que pensará lo siguiente : Con lo chupado que es ser rico...te sientas en la plaza, esperas que te trinque una señora forrada con pinta de estar mal de la cabeza y alehop...en nada estarás montando a caballo, calzando prototipos de Reebok y jugando a la Wii con los hijos de Gwyneth Paltrow. Caray, papi, es que te faltó visión.