Unos señores estaban en su casa cuando vieron cómo unos quinquis les chorizaban el coche. Sin amedrentarse, los robados se subieron a otro coche que tenían y se pusieron a perseguir a los delincuentes.
Quiso la fortuna que el primer coche que les robaron se estropeara durante la persecución. Y como son delincuentes de Detroit, se bajaron del coche averiado y a punta de pistola les robaron el coche con el que les perseguían y se fueron con ése. ¡Viva Detroit!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario