Número 1.
Pedir dinero prestado a los familiares es una situación delicada, es difícil saber cuándo es un buen momento. Pero te diré cuándo no es un buen momento. Cuando estás en la cárcel porque tenías en un sótano durante 24 años a tu propia hija a la que violabas constantemente y retenías obligándola a vivir encerrada con los hijos de vuestra relación incestuosa. Ahí está muy mal mandar cartas a esa hija para pedirle pasta para pagarte los estudios de derecho para poder defenderte de esos cargos de los que te acusan y quejarte de que el champú de la cárcel es tróspido. No, hombre, no. Ahí mejor llama a ING direct o algo.
Un consejo de etiqueta de El Hematocrítico.
2 comentarios:
Menudo rostro palido que es el menda este! de verlo solo se me vienen a la cabeza palabros como: crucifixion, lapidacion, deshuello, descuartizamiento, todas son dignas de admiracion; pero dejadme, ay! que yo prefiera :LA HOGUERA (Mr. Javier Krahe: que fenomeno)
A eso lo llamo yo savoir-faire
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