Cuentan los ancianos del lugar que una vez hubo una época en la que las nubes no cubrían el cielo. Y que este cielo no era gris, sino azul. Que en vez de lluvia había una bola de fuego amarilla que en vez de mojar daba calor (eso que dan las estufas). Dicen que la gente iba por la calle con unas camisas especiales, cuyas mangas terminaban a la altura del antebrazo. Que algunos incluso salían a la calle con un calzado especial que no tenía calcetines. Que en los arenales encharcados donde comen las gaviotas, la gente se tumbaba en unas toallas para disfrutar del día. Qué bonito... ¿os imagináis?.
En la foto : Al Gore : " ...excepto en el noroeste del país que sigue bajo el efecto de las bajas presiones..."
8 comentarios:
anda ya!! quién se va a creer eso?
Miña terra galega, donde el cielo es siempre gris...
eso es lo que pasa por irte a menorca: que luego deliras.
El puto, "...excepto en el noroeste peninsular" que me amargaba todos los veranos.
Va a ser curioso cuando el calentamiento global cambie de ubicación el puerto de Los Cantones de Jose Antonio a la Zapateira y aún así siga lloviendo en agosto. ¿No decían que Coruña iba ser el nuevo Wenidorm?
1000 años que viviera,nunca tal vira.
hoy casi me cago en el hombre del tiempo cuando estaba hablando del calor que iban a pasar en todos laos y añade "...por suerte en el norte bajan las temperaturas"
Irita! Yo eso también lo oí! Qué jebilongo...
Que lugar tan bonito es ese que describe usted en el post! por donde viene quedando ....
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