No sé hasta qué punto cumple con las normas de seguridad de la Unión Europea. Creo que los ponys no saben cerrarse las barras o abrocharse los cinturones y no creo que les siente bien bajar por un looping de espaldas a 180 kilómetros por hora. Pero inicio mi revisión de los juguetes más fliperos de los catálogos de juguetes de este año con este hermoso ejemplar. Un parque de atracciones por y para ponis, un bonito lugar donde el olor a algodón de azúcar se mezclaría con las bostas
4 comentarios:
Qué bonita palabra bosta. Me encanta, hay que usarla más.
No sé hasta qué punto se seguirán vendiendo los pequeños ponis. Me parecen algo desfasados.
Y estoy de acuerdo con Angus: la palabra bosta suena muy bien.
si se venden los ponis, si, los compra todos una niña que conozco...verdad miguel?
Y tanto que la conoce...De sobra! Ella fue la inspiración de este post.
Qué pasa, zozobrado, no se pasa usted por muchos patios de colegio? que sepan que los p* ponys nunca se fueron.
Publicar un comentario