En tiempo de crisis, hay que apretarse el cinturón y los empresarios tienen que echarle imaginación para salir adelante. Un aplauso pues para Miguel Bouzas, el ex secretario general de la Federación de Lacteos Gallega por diseñar un curioso método para ganarse unas perrillas. Fingir ser de ETA y enviar una serie de cartas pidiendo el impuesto revolucionario por Galicia. Cosa que llamo bastante la atención y movilizó a la policía que prontamente le encontró a este señor un USB con todas los datos de las empresas a las que intentó extorsionar - ouch - , una tablita de Excel con la pasta que le pedía a cada una - doble ouch - y por si fuera poco julay las versiones impresas de estas pruebas incriminatorias, no fuera que no las encontrara cuando las tuviera que utilizar. En fin, buena suerte camino del talego, donde tiene pensado sentarse, coger un lápiz y un papel y empezar a escribir :
" Necesito ayuda, soy un príncipe nigeriano detenido por el gobierno y con una fortuna de 450 millones que...".
Esperemos que le toque en una bonita prisión de Getxo donde los auténticos profesionales del asunto le puedan enseñar truquis para pedir el impuesto revolucionario sin meter tanto la gamba.
1 comentario:
A ver si hay suerte y lo introducen también en el apasionante mundo del jabón en pastilla.
Le tenía que caer cadena perpetua por tonto del culo.
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