24 abril 2008

El Síndrome de Monchito

Me encanta cuando muchas veces me encuentro con mamás paseando con hijos pequeños alumnos de mi cole y me paro a saludar. Ocurre con frecuencia que me dirijo yo al niño, al que conozco y con el que converso con regularidad y le digo :
- ¡Buenas tardes!
Y la madre de repente cambia el tono de voz, mueve el brazo con el que agarra a su chaval y responde ella misma alargando las vocales.
- Dile ¡Bueeenaaaas taaaardeeeees!
El churumbel, por supuesto, ni mú. ¿Para qué si su madre ya ha ofrecido una buena respuesta?
- ¿Cómo estáis?
- Dile ¡Muuuuuuuy bieeeeeeeeen!
- ¿Dando un paseo?
- Dile ¡Síiiiiiiii!

Esta conversación se repite semanalmente en mi vida y siempre, siempre me hace gracia. Siempre veo al crío mirando a su madre con cara de " pues bueno, pues vale, pues eso que me ahorro" y a las madres con cara de " ¿ves qué bien habla mi hijo lo majo que es"?. Esto es para que no se esfuercen a responder, claro, no sea que les produzca un derrame cerebral o un esguince del bulbo raquídeo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si me encuentras con mi madre por ahí, verás que este síndrome todavía le afecta...

Anónimo dijo...

Si las madres les ahorran el habla, pueden centrar toda su capacidad mental en terjiversar planes para matar a sus maestros.

Anónimo dijo...

Los míos (de secundaria) se quedan asombrados si te ven por la calle... creo que piensan que los profesores no tienen mas vida que la del instituto. Esto es muy pequeño!