06 febrero 2008

Anarkitsch

He vuelto de mis vacaciones con el corazón calentito tras leer esta bonita historia en El Mundo.
Cuando la policía entró en la casa de Barrena, el dirigente de Batasuna detenido esta semana, se encontraron con una prueba de su vinculación con ETA bastante elocuente. El tío se había currado el emblema de la organización terrorista en petit point. Esto es, para los lectores que tengáis menos de 60 años, que el muy genial sospechoso se lo había bordado y lo había enmarcado. O bien el hombre se había trabajado un patrón diseñando la serpientita en el hacha - por cierto, ETA, ya está bien,toca renovarse que por vuestra culpa las farmacias me dan mal rollo, o bien se lo había encargado a mamá o la abuelita. De cualquier modo es una historia tierna y bonita que demuestra que ser un moñas y practicar la intolerancia no es incompatible.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Se puede ser más julay?

Iñaki dijo...

Espero que pase mucho tiempo en el trullo y tenga tiempo de hacer calceta, punto de cruz y encajes de bolillos si quiere.

Anónimo dijo...

Amí me pasó lo mismo con el deportivo cuando jugaba bebeto -hice una alfombra en punto de cruz