12 diciembre 2007

Una historia de violencia

Sucedió ayer, en el interior de un pequeño supermercado de barrio coruñés a las 7 de la tarde. El Hematocrítico vaciaba su cesta en la caja registradora. La cajera pasaba el código de barras de una bolsa de mandarinas por la máquina cuando la puerta se abrió. Una viejecita cruzó la puerta y, al verla, mi cajera sonrió con la cara de quien está viendo a un conocido.
- Buenas tardes - le dice la señora - ya sé que dirás que menuda pesada ésta otra vez...
Efectivamente eso es lo que decía su mirada, pero su boca intentaba ser amable a pesar de lo evidente del rostro :
- No se preocupe, ya sabe que para lo que sea.
En esto que la señora llevaba en su mano una factura de una compra en ese súper...con uno de los productos SUBRAYADO CON UN FLUORESCENTE ROSA.
- ¿Y éste? - le pregunta, demostrando que esta pregunta era algo bastante habitual.
La cajera lo mira y contesta :
- Esto...unos pañuelos de papel.
- Vale, muchas gracias.
La señora se gira y se marcha por la puerta. La cajera me mira a los ojos y mete las mandarinas en la bolsa. Tardé un rato en comprender que esa señora estaba en su casa repasando la factura del súper, se extrañó de la presencia de un cargo de - vamos a ver, ¿serán unos 90 céntimos lo que valen unos kleenex? - se levantó a coger un rotulador, procedió a subrayar la discordancia, se vistió, salió de su casa y volvió a la tienda con la esperanza de haber encontrado un error en el proceder de la tienda y de que, quizás, esos 90 céntimos puedan haber sido extraídos de su monedero irregularmante. Me quito el sombrero.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

90 céntimos de más en una economia de (siendo generosos y nada exagerados) 300€ al mes en algunos casos, son para batallar por ellos como si fuera el último reducto de tu imperio.

Anónimo dijo...

La Tercera Edad y los súper. He visto cajeras que en un par de meses se convierten en sombras ajadas de lo que fueron a fuerza de aguantar a esta mayoría de tan fieros militantes.¿Quien no ha tenido "discrepancias" con algún representante de este colectivo? Y no es por el dinero, como la del ejemplo, cosa que respeto profundamente, son las maneras de haberse criado en lo peor de la posguerra, que afortunadamente no he vivido y no alcanzo a comprender.

Odio los supermercados.

Hematocrítico dijo...

He de decir que la tía no era exactamente de la tercera edad! Más bien era prejubilada...
Así que esa simpatía que muestra Catalino no ha lugar,.

Y no sé si os dais cuenta de la PARANOIA que supone pensar que en el super se inventan cargos de 90 céntimos para robarte!

Anónimo dijo...

Hombre, no se q te diga. Si se los inventan bien sabe Dios q es una manera bien cutre de arañar pasta, pero viviendo en el pais en el q vivimos tampoco me parece lo mas descabellado del mundo q eso se haga.

Despues de todo el fraude a gran escala q se ha venido inspirando y espirando en los ultimos años yo ya me lo creo todo. Aunque tambien hay q recordar q en esta santa nacion los robos y desfalcos son delito por debajo de los 5millones (de las antiguas)...

...por encima son obras de arte ;-)

Anónimo dijo...

Se me quedaba en el tintero (o Quintero :-P, ya vereis por que lo digo...)

Toy con Catacloinc en q en las economias de la tercera edad no me parece nada fuera de lo normal mirar con lupa el ticket de la compra; pero en todo caso, si la tipa esta no era tan jubilada como parecia, esa PARANOIA q Mr Hemato comenta bien puede remitirse a ese estado de histerismo permanente fruto de la España de las grandes "obras de arte".

Dicho esto, os remito a un video del YouTube muy interesante... a la par q histrionico, y q tiene mucho q ver con esa definicion de "estado de histerismo permanente" q he comentado ;-)

Por cierto, made in Sanchez Drago :-P ...ahi queda eso

http://www.youtube.com/watch?v=HJ1Wo_fpaSE

PD: Por cierto, estoy de acuerdo con mas de una cosa de las q comenta. El resto... Drago, ya sabes ;-)

Anónimo dijo...

La gente llama a R por un punto y coma en la factura.
Lo subraya en fosforito y luego llama. Para eso no hay que vestirse ni bajar a la calle, pero bueno...