25 enero 2007

Madre mía

En una reciente visita por mi casa, mi (santa) madre inició su habitual diatriba sobre el mantenimiento y lamentable estado de mi (dulce) hogar. Que si tengo que tener cuidado con los enchufes, que si tengo que ponerle fundas al sofá,que si me tengo que comprar un aparador de esos con vitrinas de cristal - aunque nunca supo explicarme muy bien para qué, mi vajilla me la dieron de premio por comprar un jamón y no es muy digna de enseñar, ni le veo yo el sentido- que si tengo que ponerme unos "estores" japoneses que venden en el carrefour...El gran momento llegó cuando vio mi cama y al observar que una esquina del edredón estaba tocando el suelo me dijo " Tienes que tener cuidado con eso...acuérdate de lo que te pasó la otra vez"
¿La otra vez?¿Qué me había pasado la otra vez con la esquina de un edredón?. Rascando, rascando,busqué por las esquinas más recónditas de mi cerebro y paralizado llegué a la conclusión.
Una vez choqué con esa esquina, me caí y me di contra algo y me abrí la cabeza.Me di con la cuna de mi hermano. Mi hermano acababa de nacer. Fue hace...26 años.
¿Dónde está el límite una madre?¿Es legítimo que utilice una leche que me metí con 4 años como advertencia delo que debo hacer ahora?¿Tienen vuestras mamás superpoderes como la mía?
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11 comentarios:

Anónimo dijo...

La mía fundó Spectra.

Anónimo dijo...

Miguel, doscientos puntos en tu cuerpo justifican la preocupación de nuestra (santa) madre.

-- musica tipo medico de familia --

Vale que eso fue hace tiempo, pero para ella no ha pasado tanto.

-- fin del momento tierno --

Anónimo dijo...

La mia tiene un brazo biónico capaz de dar hasta trescientas ostias al segundo

Anónimo dijo...

La mía tiene un sensor atómico de momentos inoportunos para llamarme al móvil

Hematocrítico dijo...

Y otra de la mía. Es incapaz de ir a un restaurante sin mencionar antes de 10 segundos que tiene un hijo cocinero, ante la cara de estupor del mismo, que muy probablemente tendrá que hacerse un tour por la cocina de rigor.

Anónimo dijo...

pufffffff y más pufffffffff

Anónimo dijo...

Anecdota sufrida en las propias carnes y que demuestra que se las puede contraatacar, a veces con buenos resultados:

Un tiempo atrás...

Hijo (recien llegado a casa tras una inusual noche sin alcohol ni drogas): Hola

Madre: ¡Hueles a porro!

Hijo (estupefacto): ¿Qué?

Madre: ¡Que hueles a porro!

Hijo: ¿Y tu como sabes a qué huele un porro?

Madre (gota de sudor, silencio, media vuelta y retirada)

Hematocrítico dijo...

Gran órdago de limoncete, que una vez fue ajusticiado por su padre cuando tras espetarle después de volver a casa de manera lamentable le dijo :
- no sabes beber!
él replicó
- ¿y tú sí?

pero qué chulito que me eres!

Anónimo dijo...

Dios mío, me parto.
Sin duda, para mí, el mejor post de tu blog.
Jejejejeje.
Mi madre ha perdido sus superpoderes hace poco, snif.
En fin, ánimo, si la mía ha podido, cualquier madre puede!

Anónimo dijo...

miguel,lo del edredon tiene su logica contando que tu cuerpo tiene mas puntos que 20 permisos de condicir, sin contar una clavicula...ajus, cebollas y bistes empanados, jajaja aun me acuerdo, y la verdad podias haberte acordado tu de mi algo en tu blog.
una prima que te quiere un monton.madre no hay mas que una y sino mira la mia, ups

BeaBai dijo...

Mi madre se ha rendido al poder de sus hijos aliados al Batman que cuelga en el Salon del domicilio familiar y que la vigila a falta de esos 6 retoños en casa. Pero sigue al acecho en FB...
PD: Me encantan vuestras madres... pero la mia es la mejor...